lunes, 8 de octubre de 2012

Capitulo 2

Clarisse entró en la casa, a pesar de parecer pequeña por fuera por dentro era todo lo contrario, había muchas "personas"
-Ven conmigo-dijo Rushellcroff
Clarisse le siguió hasta una cocina, donde había una mujer
-Rosi-dijo Rushellcroff-te presento a Clarisse
-¿La buscan?
-Si, es de las bien pagadas
-¿Que has hecho preciosa?
-Le ha pegado a la reina
-Wow, siéntate y bébete esto-dijo ofreciéndole una tacita
Clarisse se sentó, sintió un cosquilleo en el estómago, siempre que se avecinaba peligro lo sentía
-No quiero gracias-dijo Clarisse
-Bébetelo
Clarisse dejó la taza sobre la mesa, lentamente se puso de pie y salió corriendo lo más rápido que puedas
-¡Cogedla!-gritó Rosi desde aquella cocina-vale mucho dinero
Todos los seres de aquella casa comenzaron a perseguirla pero ninguno la cogió hasta que estaba en la salida y un chico, un humano, la atrapó
-Está aquí, la tengo
-Bien-dijo Rosi-la llevaremos mañana ante la reina, ahora se avecina una horrible tormenta
-Rushellcroff...-dijo Clarisse
-Verás-dijo Rosi-Rushellcroff está hipnotizado a diferencia de los que están aquí que están por propia voluntad, Daniel, llévala a la prisión
-Claro Rosi
El chico cogió a Clarisse a una cárcel, antes de irse se acercó a ella y le dijo:
-No te preocupes, a las seis de la mañana de nuestro mundo la tormenta habrá pasado, te sacaré de aquí y nos iremos
Despues de decir esto el chico se fue. Clarisse no pegó ojo en toda la noche, tenía un poder especial pero no sabía cual era ni como utilizarlo, al día siguiente tendría que huír con un completo desconocido, era demasiado para ella y además la buscaban para cortarle la cabeza, todo aquello tenía que ser un disparate. A las seis de la mañana llegó Daniel tal y como había prometido
-Ven-dijo mientras abría la reja
-Vale
Clarisse le siguió, salieron de la casa y se adentraron bosque abierto, al fin llegaron a un árbol, Daniel abrió una puertecilla para enanos
-Pasa, ten cuidado con la cabeza-dijo
Clarisse pasó, subió unas escaleras y llegó a la copa del árbol donde había como una casa, detrás de ella entró Daniel
-Bien, siéntate
Clarisse le obedeció
-¿Quien eres y por qué me estás ayudando?-dijo Clarisse
-Pues soy Daniel y al igual que tu soy humano, no sé que hago aquí, nunca me dijeron por qué vine solo sé que aquí estoy, Levana me encanrceló pero una chica que trabaja en las prisiones me dejó escapar, Rushellcroff, que todavía no había conocido a Rosi, me dio cobijo, poco despues llegó esa bruja y comenzó a controlarlo, yo no me revelé porque si lo hacías acababas ante Levana y mejor no aparecer por su palacio cuando ya te da por muerto, ¿Y tu?, además ¿Ese vestido?
-No sé pero me desperté con él, cuando desperté un hombre pelirrojo llamado Nathan estaba ahí, me dijo que me ayudaba a levantar, me extendió su mano y...
-Al cogerla te desplomaste-dijo Daniel interrumpiéndola
-Si, desperté en el suelo frente al trono de la reina, me obligó a ponerme en pie, me acercó a ella me empujó tan fuerte que me caí al suelo luego me obligó a ponerme de pie y fue entonces cuando le pegué y salí corriendo, en el bosque me encontré con una serpiente
-Si, la serpiente gracias a dios no está bajo el control de Levana ni de Rosi.
-Luego me encontré con Rushellcroff que me llevó a esa casa horrible y el resto de la historia ya la conoces
-Si, es raro, yo me desperté tal como recuerdo que estaba antes de desaparecer, en pijama
-Yo me desperté así cuando antes de desaparecer estaba tambien en pijama-dijo Clarisse riéndose
-Bien, puede que ese poder tuyo sea la clave para salir de aquí
-Si, quizás pero no sé que poder es
-Para eso estoy aquí para descubrirlo contigo y poder irnos de aquí, puede que quieran acabar contigo aquí tambien porque tendrás un poder bastante importante
-Bien, ¿De donde eras antes de desaparecer?
-De Nueva York ¿Tu?
-Igual, ¿Tendrá algo que ver?
-Lo dudo mucho, sería bastante raro
Daniel y Clarisse se pasaron toda la tarde hablando, por la noche Daniel le dijo a Clarisse que se fuera a la cama, que mañana verían a ver cual era su poder. Clarisse se fue a la cama, estaba muy cansada

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